Estamos observando una reconstrucción sistemática de la 'Cortina de Hierro', desde el mar de Barents y el mar Báltico en el norte hasta el mar Negro en el sur, explica el columnista de RIA Nóvosti Alexánder Jrolenko al comentar las intenciones de la OTAN de fortalecer su presencia en el mar Negro. Concretamente en el flanco sur, la OTAN tiene un problema, afirma el experto: la Convención de Montreux de 1936 limita a tres semanas la presencia de barcos militares de países sin salida al mar Negro en las aguas del mismo, y Rusia actualmente controla esas aguas desde Crimea. Por esa razón la alianza está buscando una solución. Posiblemente, considera el columnista, lo anterior incluya la apertura de nuevas bases en Rumanía y Bulgaria, con el fin de fortalecer la infraestructura terrestre. "Con una perseverancia que raya en lo maniático, Occidente continúa cultivando la rusofobia entre los países del mar Negro", opina Jrolenko. Esto es usado para presionar a los países aliados a la creación de una flotilla internacional de la alianza en el mar Negro. No menos importante, señala el experto, es la preocupación del Pentágono por el rápido progreso de las Fuerzas Militares de Rusia. EEUU se ha dado cuenta, según Jrolenko, que la ventaja militar que creía tener no es tan grande como esperaba. El Director de Inteligencia Nacional de EEUU, James Clapper, señaló anteriormente que "el desarrollo natural de la historia es que hemos pasado del sistema bipolar de la época de la Guerra Fría a un sistema de construcciones multipolares de relaciones internacionales, donde países como Rusia y China se ven como jugadores importantes, por no decir dominantes. Y lo son".
La llegada al mar Negro del destructor USS Carney de las Fuerzas Armadas de EEUU, equipado con el sistema de combate Aegis, es una muestra de las intenciones de la OTAN en esta región. "Confiando en su propia habilidad en el limbo entre el compromiso y la confrontación, la OTAN, ciegamente y paso a paso, incrementa el peligro de una confrontación militar directa con Rusia", resalta el analista. Al comparar la situación en el mar Negro con la que se vive actualmente en Oriente, el experto concluye diciendo que "si Washington y Bruselas entienden la seriedad de las intenciones rusas en Oriente Próximo, entonces deberían imaginarse las consecuencias de fortalecer a la OTAN en el mar Negro, directamente en las fronteras con Rusia". El pasado 26 de octubre, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, señaló que seis países de la OTAN —Canadá, Alemania, Países Bajos, Polonia, Turquía y EEUU- están dispuestos a participar en el reforzamiento de la presencia de la Alianza en la región del mar Negro. El 26 y el 27 de octubre, los ministros de Defensa de los países miembros de la OTAN se reunieron en Bruselas donde aprobaron los planes para el despliegue de los batallones internacionales en los países Bálticos y Polonia a principios de 2017. Además, decidieron reforzar la presencia marítima en la región del mar Negro y debatieron crear una brigada en Rumanía.
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